Charles Babbage FRS (Teignmouth, Devonshire, Gran Bretaña, 26 de diciembre de 1791 - Londres, 18 de octubre de 1871) fue un matemático británico y científico de la computación. Diseñó y parcialmente implementó una máquina para calcular, de diferencias mecánicas para calcular tablas
de números. También diseñó, pero nunca construyó, la máquina analítica para
ejecutar programas de tabulación o computación; por estos inventos se le considera como una de
las primeras personas en concebir la idea de lo que hoy llamaríamos una computadora, por lo que se le considera como «El Padre de la
Computación». En el Museo de Ciencias de Londres se exhiben partes de sus mecanismos inconclusos.
Parte de su cerebro conservado en formol se exhibe en «The Royal College of Surgeons of
England», sito en Londres
Babbage intentó encontrar un
método por el cual se pudieran hacer cálculos automáticamente por una máquina,
eliminando errores debidos a la fatiga o aburrimiento que sufrían las personas
encargadas de compilar las tablas matemáticas de la época. Esta idea la tuvo en 1812. Tres diversos factores parecían haberlo
motivado: una aversión al desorden, su conocimiento de tablas logarítmicas, y
los trabajos de máquinas calculadoras realizadas por Blaise
Pascal y Gottfried Leibniz. En 1822, en una carta dirigida a SirHumphry
Davy en la aplicación de maquinaria al cálculo e
impresión de tablas matemáticas, discutió los principios de una máquina calculadora. Además diseñó un plano de computadoras.
Charles Babbage ha sido
considerado por algunos como el padre de las computadoras modernas,
pero sin dudas también puede ser considerado el padre de las impresoras modernas.
Más de 150 años después de sus planos y un trabajo minucioso del Museo de Ciencias de Londres,
dieron como resultado la construcción de la Máquina
Analítica. Los planos del matemático y científico incluían un componente de
impresión, el cual ha sido reconstruido por el Museo y es funcional. Esta impresora consta de
8.000 piezas mecánicas y pesa aproximadamente 2,5 toneladas.
Fue tan innovadora para su época y podemos apreciarlo hoy, que es
capaz de imprimir automáticamente los resultados de un cálculo y un usuario puede
cambiar parámetros como espacio entre líneas, elegir entre dos tipografías,
número de columnas y otros. Su sofisticación llega a tal punto que puede
generar (fabricar) los moldes de las impresiones que podrían ser usados por las imprentas aún hoy en
día. Esta impresora lamentablemente
no lleva un nombre ya que Babbage la incluyó en sus planos de la Máquina Analítica, pero basta
con aludir a ella como la impresora
de Babbage para reconocer en
este hombre un visionario.
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